Me encanta escucharte. Si uno pudiera expresar lo que por momentos nos aprieta el alma, ni un grito desencajado le haría lugar en el espacio, ni el sonido ingravido acogería tantas palabras desordenadas. A veces un suspiro alado es suficiente para guardar nuestro silencio. Besitos Claudia. Me gustó muchísimo este poema.
Elegir a las palabras, que difícil es a veces elegir, como se le vea: escoger, adoptar, decidir, seleccionar, optar, designar, etc; elegir no es simple. Elegir no es para tomarse a la ligera y como ejemplos bastan los siguientes…
-Tomar a alguien de la mano. -Saludar y dar los buenos días. -Consolar a una persona y limpiar sus lágrimas. -Invitar a tomar una copa o un café. -Enviar un e-mail siendo un remitente desconocido.
Si, no son cosas para tomarse a la ligera, involucran compromisos, responsabilidades y decisiones, uno nunca sabe lo que se detona, lo que se provoca. Hay que elegir, y afrontar las consecuencias y recorrer los caminos que se crean con dicha elección. Así es que con autoridad y encanto elijo…
-Tomar a alguien de la mano, y quedarme ahí para sostenerla, conocerla y apretarla tan fuertemente como la persona dueña de esa mano lo permita y lo quiera.
-Saludar y dar los buenos días, a esa persona que se cruza en mi camino, la conozca o no, me arriesgo a que me regrese el saludo acompañado de una sonrisa, de un comentario, de una pregunta, de una mirada.
-Consolar a una persona y limpiar sus lágrimas, conocer las causas de su delirio y apoyarla a abrir sus ojos y sanar su espíritu, hasta el último momento en que requiera y pida de mi ayuda.
-Invitar a tomar una copa o un café, a esa persona que me interesa conocer, a esa chica que se ha mezclado con la esencia de mis sentimientos, a ese amigo o amiga que no he visto en días y quizás en años.
-Enviar un e-mail siendo un remitente desconocido, a esa chica que con su suave e incitante voz cautivo a mis sentidos ávidos de conocer y escuchar algo nuevo e interesante, y que hizo que me tomara como una cruzada personal el hecho de que siendo ella una persona nacida bajo los designios del escorpión, no le gustase el heavy metal.
Si, elegir no es fácil pero al igual que la vida vale la pena, siempre valdrá la pena hacer una elección, la vida está llena de elecciones. Y por esta vez espero haber elegido bien, no el haber llegado a este blog o el haber enviado un e-mail ambas cosas han valido la pena, espero haber elegido bien las palabras que han simbolizado el inicio de una lectura profunda y alegre de lo que he descubierto que publicas en cada una de las entradas de tu blog.
Yo fui Ricardo y mis ojos se cierran ya, debo elegir: soñar y descansar o amanecer con unos grandes ojos de mapache. Por ahí alguien decía “será un honor recibir algún comentario tuyo”, el honor ha sido mío, créeme.
Me encanta escucharte.
ResponderEliminarSi uno pudiera expresar lo que por momentos nos aprieta el alma, ni un grito desencajado le haría lugar en el espacio, ni el sonido ingravido acogería tantas palabras desordenadas.
A veces un suspiro alado es suficiente para guardar nuestro silencio.
Besitos Claudia.
Me gustó muchísimo este poema.
Que bien se oye, el poema en una voz femenina.
ResponderEliminarUn placer escuchar y sentir.
ResponderEliminarSaludos Cordiales.
Elegir a las palabras, que difícil es a veces elegir, como se le vea: escoger, adoptar, decidir, seleccionar, optar, designar, etc; elegir no es simple. Elegir no es para tomarse a la ligera y como ejemplos bastan los siguientes…
ResponderEliminar-Tomar a alguien de la mano.
-Saludar y dar los buenos días.
-Consolar a una persona y limpiar sus lágrimas.
-Invitar a tomar una copa o un café.
-Enviar un e-mail siendo un remitente desconocido.
Si, no son cosas para tomarse a la ligera, involucran compromisos, responsabilidades y decisiones, uno nunca sabe lo que se detona, lo que se provoca. Hay que elegir, y afrontar las consecuencias y recorrer los caminos que se crean con dicha elección. Así es que con autoridad y encanto elijo…
-Tomar a alguien de la mano, y quedarme ahí para sostenerla, conocerla y apretarla tan fuertemente como la persona dueña de esa mano lo permita y lo quiera.
-Saludar y dar los buenos días, a esa persona que se cruza en mi camino, la conozca o no, me arriesgo a que me regrese el saludo acompañado de una sonrisa, de un comentario, de una pregunta, de una mirada.
-Consolar a una persona y limpiar sus lágrimas, conocer las causas de su delirio y apoyarla a abrir sus ojos y sanar su espíritu, hasta el último momento en que requiera y pida de mi ayuda.
-Invitar a tomar una copa o un café, a esa persona que me interesa conocer, a esa chica que se ha mezclado con la esencia de mis sentimientos, a ese amigo o amiga que no he visto en días y quizás en años.
-Enviar un e-mail siendo un remitente desconocido, a esa chica que con su suave e incitante voz cautivo a mis sentidos ávidos de conocer y escuchar algo nuevo e interesante, y que hizo que me tomara como una cruzada personal el hecho de que siendo ella una persona nacida bajo los designios del escorpión, no le gustase el heavy metal.
Si, elegir no es fácil pero al igual que la vida vale la pena, siempre valdrá la pena hacer una elección, la vida está llena de elecciones. Y por esta vez espero haber elegido bien, no el haber llegado a este blog o el haber enviado un e-mail ambas cosas han valido la pena, espero haber elegido bien las palabras que han simbolizado el inicio de una lectura profunda y alegre de lo que he descubierto que publicas en cada una de las entradas de tu blog.
Yo fui Ricardo y mis ojos se cierran ya, debo elegir: soñar y descansar o amanecer con unos grandes ojos de mapache. Por ahí alguien decía “será un honor recibir algún comentario tuyo”, el honor ha sido mío, créeme.
Cuidate.